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Guía de actuación ante la desaparición de una persona con problemas de salud mental

1. Contacta con su círculo cercano.

Llama a familiares directos, vecinos, amistades, compañeros de trabajo y personas de confianza. Podrían tener información sobre su paradero, su estado de ánimo o sus intenciones, y ayudarte a confirmar su ausencia.

2. Recoge información clave.

Busca posibles notas manuscritas, mensajes de texto, correos electrónicos u otros indicios que puedan ayudar a entender la desaparición. Prepara una descripción física detallada y, si es posible, identifica la ropa que llevaba cuando desapareció. Consigue una fotografía reciente e incluye información relevante sobre su diagnóstico o comportamiento.

3. Informa a las autoridades sobre la desaparición.

No esperes 24 horas. Acude al puesto policial más cercano, e informa que la persona desaparecida tiene problemas de salud mental y, si se conoce, especifica el tratamiento farmacológico que está siguiendo. Indica también si existe riesgo de suicidio o autolesiones, y si ha desaparecido con anterioridad. Todos estos datos son de suma importancia para que la unidad policial pueda valorar los indicadores de riesgo y determinar si existen indicios que apunten a una desaparición de carácter forzoso o involuntario, así como el posible riesgo para la vida o la integridad física de la persona.

4. Revisa lugares habituales o significativos.

Informa de los lugares que solía frecuentar o que le generaban sensación de seguridad (como su antiguo domicilio, parques, estaciones, hospitales, entornos rurales, etc.).

5. Difusión en redes sociales y medios de comunicación.

Solicita ayuda a organizaciones del tercer sector debidamente acreditadas, que brindan apoyo a familias con un ser querido desaparecido, para que elaboren una alerta a partir de una fotografía y datos clave, respetando la privacidad de la persona desaparecida, de su familia y de la investigación en curso, y la difundan a través de las redes sociales, enviándola también a los medios de comunicación.

En estos casos, la alerta se activará bajo la categoría de “PERSONA VULNERABLE”.

6. Mantén la calma, sin bajar la guardia.

Mantén la esperanza, pero continúa buscando a la persona desaparecida de forma activa, en colaboración con las autoridades.

7. Cuando regrese, escucha sin juzgar.

Evita reproches. Acompáñala y busca ayuda profesional para prevenir futuras desapariciones.

8. Retira la denuncia.

Cuando tengas constancia del regreso de la persona, y si las autoridades aún no han sido informadas, acude al puesto policial donde presentaste la denuncia para que sus responsables puedan desactivarla. Informa también a las organizaciones con las que contactaste para la difusión de la alerta.

Descarga la guía en este enlace

Guía de actuación ante la desaparición de una persona con problemas de salud mental

 

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